Madrid,
amor mío; cómo duele ver tu latido tan quieto, tus calles barridas de gente,
han dejado paso al silencio de la especie. Marzo parece maldito en tu
calendario, negro como una boca de metro cuando aún no ha amanecido. Las
miradas se afinan desde los balcones, nunca antes, tantos y tantos habíamos
mirado hasta el éxtasis tu cielo. Y tú nos miras con ojos de ángel, con el
candor de un niño, echando fuego por la frente…
Madrid, amor mío, seguimos estando
vivos bajo tu velo oscurecido y a media asta, tú que eres madre, hermana y amante, y a todos los
forasteros nos acunaste sin cuestionarnos, y nos abriste las puertas de tu casa
orgullosa, cercana y agradecida de ser la elegida. Y siempre nos llenaste la
mesa, el sexo y el alma de recompensas.
Madrid, tú que nunca has señalado al
diferente, que has propagado la ley del mundo que algunos todavía contradicen: “aquí
hay sitio para todos”… Y nos quedamos bajo tu cielo, enamorados y sedientos de
tus días, audaces y fervientes en tus noches. Y gritamos tantas veces, hasta la
envidia de quienes no te conocen: de Madrid al cielo, de Madrid al cielo, ¡de
Madrid al cielo!
Este año parece haber llegado con un
tesoro y un fusil, los supervivientes nos volcamos entre aplausos desde la
trinchera de tus balcones a las ocho de cada tarde… Te aplaudiremos hasta que
recobres el aliento y vuelvas a vestirte de gala para nosotros.
Madrid, amor mío, nos toca de nuevo
tender el alma al viento y dejar que se lleve todas las lágrimas con que
bañamos los días en que cayeron tantos que te amaban como yo, como todos
nosotros… Mientras… el rumor de los pájaros nos trae un mensaje en clave que
muchos, ya supimos interpretar. los veo celebrar el devenir natural de la vida,
cada tarde de cielo anaranjado, te cantan, te agradecen, te habitan con
devoción y cortesía, y brillas, aún herida, brillas porque es tu natural
devenir, tu particular pleitesía.
Madrid, amor mío… ahora que nos
cruje los huesos verte vacía, tus amantes, sabremos honrar el alma de todos tus
paisanos, porque es el alma de un país.
Ahora
que soñamos cada instante de este encierro, con volver a verte por fin,
recuperarnos en tu baile infinito de libertad y disfraces. Nos has salvado la vida
tantas veces que ahora haremos cualquier cosa por ti. Por eso nos quedamos: porque sabemos que podemos salvarte, y vamos a
hacerlo.
Volveremos a sentirnos héroes sobre
tus calles, tienes la curiosa manía de elevar a cuantos prueban tus encantos…
volveremos a apurar cada trago de libertad en tus terrazas, a desgastar tu
suelo en la mejor de las compañías, a besarnos sobre tu escenario, y sentir que
te estamos besando: pues Los besos en Madrid saben a escena inmortal, a la
sumatoria de todos los besos que en otras partes no pudimos darnos… Volveremos
a nutrirnos los sesos y el alma en cualquiera de tus librerías, con café de
arabia, que tantas tardes de invierno nos calentaron los sueños, nos sacaron
del pozo mortal de la convencionalidad…
Madrid amor mío…, mientras tanto,
déjanos soñarte, y abrazarte en la memoria, tú que eres la resistencia de un guerrero
en el campo de batalla. Cual árbol centenario, inmensurables e invencibles son
tus raíces. Tú que eres la resiliencia, que es la misma de la que presumen tus
habitantes. Por eso, seguiremos aplaudiendo cada tarde, porque cada aplauso es
una oda al amor y una soga al miedo, porque cada aplauso es el grito de
¡Venceremos! sobre los cimientos que sustentan a tu pueblo, porque cada aplauso
es un abrazo a los caídos y sus afligidos, Porque cada aplauso es una oda a los
expuestos que están cuidando a sus iguales, que están llorando a los vencidos,
que están abasteciendo a los encerrados, y están salvándonos a todos…
Y yo, que vivo en el tejado, y ya no
temo a las alturas seguiré gritando con cada aplauso hasta que vuelvas a
batirte en vuelo:
¡De Madrid al cielo!
¡De Madrid al cielo!
¡De Madrid al
cielo!
-Madrid, Marzo de 2020-.
#odamadrid #literatura #letrasenespañol #poesía #madrid
Comentarios
Publicar un comentario